EUROPA
PRESS
22 julio
2019
Científicos
encuentran relación entre la microbiota intestinal y la longevidad
Un equipo científico de la Universidad
de Oviedo acaba de publicar en la revista Nature Medicine una investigación que
demuestra que las alteraciones de la microbiota intestinal contribuyen al
envejecimiento acelerado. Este estudio, liderado por los doctores Carlos
López-Otín y Pedro Moral Quirós, ha contado además con la colaboración del
Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM) de París, el
Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), la Universidad de
Zaragoza y la Universidad Europea de Madrid.
En este trabajo, el equipo de investigación ha estudiado el
microbioma de ratones y pacientes con envejecimiento acelerado o progeria. El
síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford, una enfermedad rara que afecta a
una persona de cada cuatro millones, provoca un envejecimiento acelerado
durante la infancia que conduce finalmente a una muerte prematura de las y los
pacientes. El personal investigador ha demostrado que los ratones y pacientes
con progeria presentan disbiosis intestinal.
"Uno de los objetivos era identificar qué alteraciones
estaban presentes en la microbiota intestinal de los ratones y pacientes con
progeria y analizar si las bacterias cuyos niveles estaban alterados ejercían
un papel perjudicial o beneficioso", señala Carlos López-Otín.
"Analizamos también la microbiota de centenarios españoles, identificando
un aumento de bacterias beneficiosas como Akkermansia muciniphila, la cual se
encontraba además disminuida en los ratones con progeria", añade.
Por su parte, Pedro M. Quirós explica que "la
regulación de la microbiota intestinal por medio de trasplantes o probióticos
es una de las líneas de investigación más prometedoras para el tratamiento de
ciertas enfermedades humanas, especialmente aquellas relacionadas con
trastornos metabólicos". "Sin embargo, su posible aplicación en
enfermedades relacionadas con el envejecimiento aún no se había explorado".
En este sentido, el equipo de investigación ha demostrado
que el trasplante de microbiota fecal de ratones sanos o el tratamiento con la
bacteria probiótica Akkermansia muciniphila extiende la vida de ratones con
envejecimiento acelerado. Como explica Clea Bárcena, primera firmante del
trabajo, "el reemplazo de la microbiota endógena de los ratones con
progeria por microbiota proveniente de ratones sanos mejoró diversos parámetros
metabólicos además de alargar la esperanza de vida; en cambio, los ratones
sanos que recibieron un trasplante con microbiota proveniente de ratones con
progeria mostraron alteraciones metabólicas como aumento de peso y de los
niveles de glucosa en sangre".
Este trabajo demuestra que "la corrección de la
disbiosis intestinal mediante el trasplante de microbiota podría utilizarse
como futura terapia en enfermedades relacionadas con el envejecimiento".
De hecho, como señala José M. P. Freije, "el trasplante de microbiota
fecal es el método más efectivo para infecciones recurrentes de Clostridium
difficile, con lo que es esperable que su uso pueda extenderse a otras
patologías".
El estudio ha sido financiado por el proyecto DeAge del
European Research Council, la Progeria Research Foundation, el Instituto de
Salud Carlos III, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la
Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias.
Por parte de la Universidad de Oviedo y el Instituto
Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA) han participado
en el estudio Clea Bárcena, Rafael Valdés-Mas, Pablo Mayoral, Cecilia Garabaya,
Francisco Rodríguez, María-Teresa Fernández-García, José M. P. Freije, Pedro M.
Quirós y Carlos López-Otín. También firman el trabajo Sylvère Durand, Noélie
Bossut, Fanny Aprahamian y Guido Kroemer del INSERM de Paris; Nuria Salazar y
Alicja M. Nogacka, del IPLA-CSIC; Nuria Garatachea, de la Universidad de
Zaragoza; y Alejandro Lucía, de la Universidad Europea de Madrid.